Cómo se puede ahorrar combustible, es una de las frases que más nos hacemos a lo largo de la vida de nuestro coche.

Un buen plan para ahorrar gasolina siempre requiere una acción clave: una conducción eficiente. De lo contrario, parecerá que tenemos un agujero en nuestro depósito.

Para ello, es importante crear algunos hábitos de conducción que no le pasen factura a nuestro bolsillo, además de llevar un mantenimiento de neumáticos y revisiones al día. No obstante, te aconsejamos aplicar estos trucos sobre cómo ahorrar combustible y hacerlos costumbre para conseguir los resultados que esperas.

A continuación, desde Plan de Gestión Renting de Coches, damos unos consejos muy útiles para poner en práctica la famosa frase “cómo se puede ahorrar combustible”, recuerda que si los sigues, además del claro ahorro, alargarás notablemente la vida de tu vehículo.

1.- Olvídate de los acelerones.

Es invierno y arrancamos el coche, que hasta que coja su temperatura óptima de funcionamiento óptimo necesita unos minutos. En ocasiones caemos en el error de pensar que si pisamos varias veces el acelerador el motor se va a calentar antes y va a ofrecer una mejor respuesta cuando nos pongamos en marcha. Esto no se debe hacer. La mecánica necesita de unos minutos para coger temperatura, y esta no la vamos a conseguir dando esos pisotones al motor, solo conseguimos revolucionarlo y malgastar carburante.

2.- Apaga el motor de vez en cuando para ver cómo se puede ahorrar combustible.

El sistema Start&Stop forma parte del equipamiento de la mayoría de los coches que hoy podemos encontrar en las ofertas de Renting actuales. Gracias a él, el coche apaga el motor el tiempo que esté parado, evitando así el consumo de combustible durante este periodo, y vuelve a arrancar cuando nos vamos a poner en marcha. Lo mismo, podemos hacer nosotros, girando la llave de contacto en las mismas situaciones sin esperar que el sistema sea automático.

3.- Cambia de marcha cuando toca

La primera velocidad solo sirve para poner en movimiento el vehículo, y transcurridos los primeros metros hay que engranar la segunda rápido. A partir de ese momento, y aunque muchos coches indican en qué momento cambiar de marcha, uno tiene que saber cuándo hacerlo porque es una de las formas de ahorrar combustible, sin caer en el ralentí y sin revolucionar el coche en exceso. En un motor diésel se ha de cambiar en torno a las 1.500 revoluciones, mientras que un motor gasolina ha de hacerlo a unas 2.000.

4.- Aprovecha la inercia

La conducción debe ser tranquila y mantenida, y hay que saber jugar con las inercias del vehículo. Son muchos los que siguen pisando el acelerador hasta que llegan al semáforo, y una vez cerca frenan con brusquedad.

Si estás seguro de que vas a tener que detenerte, suelta el acelerador y deja que el coche pierda velocidad por sí solo de manera natural. De esta manera no gasta carburante. Y cuando frenes, la actuación de los frenos será inferior, lo que alargará también su vida útil. Esta inercia la puedes aprovechar también cuando alcances a un vehículo que te precede en una carretera o cuando te acercas a una curva.

5.- Haz un buen mantenimiento

Para ahorrar combustible, el motor tiene que permanecer en un estado óptimo, así como los sistemas y componentes que te rodean. Todo lo que no sea así generará consumo, pues dificultará su actuación. Necesita que todo lo que está relacionado directamente con el motor, los filtros, lubricantes, líquidos y demás elementos estén en correcto estado y esto solo se consigue si se cumple con los periodos de mantenimiento recomendados por el fabricante. Alargar el paso por el taller solo conseguirá que consumas más y que pongas en riesgo el funcionamiento de alguno de esos componentes.

como ahorrar combustible

6.- Unos neumáticos en buen estado mejorarán la eficiencia.

Todo el trabajo que realiza el motor se transmite a las ruedas para que el coche avance, y estas deben estar en perfecto estado. En caso de que tengan alguna irregularidad en su estructura o un exceso o defecto de presión, además de ser un peligro para la circulación porque cambia el comportamiento del vehículo, generan un trabajo adicional al propulsor, y eso se nota en el depósito de combustible. Si los neumáticos son de baja calidad, también es más difícil ahorrar combustible.

7.- Deja que el coche precedente se vaya.

Ya hemos dicho que la conducción debe ser relajada y la velocidad mantenida, y si no quieres excederte en el consumo no pretendas ir siempre a diez centímetros del delante cuando se forme una fila en un carril, por ejemplo para entrar en una calle o para salir de una carretera.

Hay conductores que apuran en paralelo a esta cola y aprovechan los huecos que se forman para colarse en lugar de aguardar su turno como los demás, poniendo en riesgo la seguridad vial. Estas actuaciones generan mucha tensión entre conductores, y son muchos los que para evitar que se les cuelen conducen con fuertes acelerones y frenadas para no dejar ese espacio que otros puedan aprovechar.

Esto supone un importante castigo mecánico al mismo tiempo que se revoluciona en exceso el coche y, por tanto, se genera un consumo extra. Además, significa exponerse constantemente a un accidente por alcance.

8.- Enciende la calefacción un poquito más tarde.

La calefacción y el aire acondicionado son a veces completamente necesarios, pero no funcionan como corresponde desde el primer momento. La calefacción aprovecha directamente el calor que el motor genera y este proceso tarda unos minutos. El aire acondicionado, por su parte, tiene un aparato que genera el aire frío por sí mismo, pero también necesita que la mecánica haya cogido temperatura.

En resumen: ambos sistemas necesitan unos minutos para funcionar correctamente, y hasta entonces solo vamos a mover aire de forma inapropiada generando un consumo de energía inútil, la cual tiene que producir el motor para cargar la batería del coche.

9.- Sube las ventanillas.

Hay veces que preferimos bajar las ventanillas a poner el aire acondicionado. Esto se puede admitir en ciudad, a baja velocidad y si no tienes mucha polución a tu alrededor, pero es contraproducente en carretera. Al entrar el aire por las ventanas se rompe con el flujo del aire por la carrocería y se genera un freno que obliga a un importante exceso de trabajo del motor, y esto se nota rápidamente en nivel del depósito.

10.- Guarda los objetos inútiles en casa.

Tendemos a llenar los espacios guardaobjetos de los coches y los maleteros de cosas que pocas veces utilizamos. Esto al final es un peso añadido al propio del coche, y cuanto más peso tenga, más se tiene que esforzar el motor. Algunos cálculos señalan que por cada 100 Kg extra, el consumo sube un 5%. Lo mismo ocurre con la baca. Ponerla y quitarla lleva tiempo, y a veces es demasiado farragoso, pero dejarla supone un exceso de resistencia al aire que ha de salvar el motor con más trabajo.

11.- Utiliza el combustible adecuado.

Antes de nada, debemos conocer las propiedades del combustible que aconseja el fabricante del vehículo. Al contrario de lo que algunos piensan, utilizar gasolina de 98 octanos pudiendo emplear la de 95 en vehículos que admiten la de menor octanaje, es “tirar el dinero”, según la OCU. La de 98 octanos no aporta mejor rendimiento ni mayores prestaciones, por lo que, si el coche lo admite, resulta más económico utilizar la de 95, afirma la organización.

12.- Los precios de todas las gasolineras no son los mismos.

El precio del combustible varía dependiendo de las gasolineras. A pesar de que la diferencia sea de tan solo unos pocos céntimos, en un depósito entero puede significar unos pocos euros de ahorro. Existen aplicaciones para el móvil, que indican en tiempo real las gasolineras más baratas cerca del lugar del que te encuentres, por lo que es aconsejable revisar antes los precios y no echar gasolina en una gasolinera al azar. Si adquirimos el hábito de acudir a las gasolineras más económicas, podremos ahorrar una cantidad importante de dinero a lo largo de los meses. Además, se recomienda llenar el depósito entresemana, ya que la tendencia de subida de precios suele ser para los fines de semana.

13.- Respeta los límites de velocidad.

Este consejo aporta varios beneficios. Y es que, respetar los límites de velocidad contribuirá a que el consumo del automóvil sea menor. Llevar el coche a una velocidad más estable nos permitirá conducir de forma más segura y además, nos evitará posibles multas, otro ahorro considerable.

14.- Elige un coche en relación con la potencia que necesites.

Cuando te dispongas a elegir entre todos nuestros vehículos, dedica cierta atención a tus necesidades y las prestaciones del vehículo. Una mayor potencia suele implicar una mayor cuota del coche y un mayor consumo.

15.- Coches Ecológicos.

Hoy en día existe en el mercado una amplia gama de automóviles ecológicos que contaminan y consumen menos, por lo que pueden resultar una buena opción. En plan de gestión tenemos varías ofertas de campañas disponibles, tanto con etiqueta ECO como etiqueta 0, que podrían encajar perfectamente con el coche que necesitas. Pregúntanos apara cualquier información que necesites, estaremos encantados de poderte aconsejar.

Recuerda que estos consejos son tanto para coches en propiedad como para coches en renting y para cualquier tipo de motor o cilindrada. Ponte en contacto con nosotros si después de leer esto te animas a buscar una oferta de renting que más se acople a tus necesidades.